Por Jorge Ebro
Una llamada que nunca recibió de Rolando Arrojo le costó a Eduardo Paret una parte importante de su carrera, pero ahora que está en Miami no ha dejado de hablar con el que fuera su compañero de equipo y un amigo de siempre.
Considerado uno de los mejores torpederos cubanos de todos los tiempos, Paret se encuentra en esta ciudad para ser parte del homenaje del "Jonronazo con Humor'', el programa que desarrolla la compañía El Reencuentro y que tendrá lugar el 20 de junio en el Real Café, ubicado en la Calle 8 y la 96 Avenida.
"Hemos conversado y está loco por abrazarme'', reveló Paret, quien fue suspendido injustamente en 1997, el mejor momento de su carrera sin que existieran pruebas contundentes en su contra. "Después dijeron que yo me iba y mira, he ido a varios países, como México, y sigo en Cuba. Yo asumí la sanción, pero es algo que no olvidaré y el tiempo perdido no me lo devuelve nadie''.
Paret regresó en 1998 -aunque estuvo separado del equipo nacional tres años más- para seguir regalándole a la afición de la isla lo mejor de su arte en el campocorto y continuar avivando el fuego de la polémica sobre quién era mejor con el guante en la posición, él o Germán Mesa.
Discusión interminable
Todavía la discusión sigue a pesar de que ambos viven ahora el tiempo algo ingrato del retiro y si Germán contó con la ayuda de Juan Padilla en la segunda base, Paret tuvo su binomio estelar con Jorge "La Araña'' Díaz..
"Desde que llegué a Miami la gente no para de hablarme del tema'', afirmó Paret. "Es un orgullo y reto que me comparen con un pelotero como Germán. Digamos que el tiene sus seguidores y yo tengo los míos''.
Y de haber jugado en Grandes Ligas, Paret habría tenido millones de seguidores en todo el mundo por su manera completa de jugar al béisbol y de defender su posición con una seguridad a prueba de balas.
Paret ganó todos los títulos posibles en la pelota amateur y fue dos veces campeón olímpico, otras dos segundo lugar y resultó elegido el Jugador Más Valioso de la Copa Mundial de Béisbol del 2005, además de ser triunfador tres veces en Series Nacionales con un Villa Clara que hizo época en los 90.
Heredero de un legado
"Yo no era un torpedero espectacular, pero agarraba todas las bolas importantes'', comentó. "Si fuera joven ahora mismo me gustaría jugar esta pelota, disfrutar de estos estadios, de los fanáticos. Veo a jóvenes torpederos triunfando como José Iglesias, Adeiny Hechavarría, Alexei Ramírez. Son herederos de la tradición sembrada por Rodolfo Puente, Germán, Pedro Jova…''.
A los 42 años, Paret mantiene un físico impresionante y se dedica a preparar peloteros juveniles en la Academia Provincial de Villa Clara, pero deja en claro que todavía no acaba de adaptarse por completo al retiro.
Como muchos, comparte una visión algo pesimista sobre el futuro de la pelota cubana que se ha desangrado ante la avalancha constante de quienes se marchan en busca del sueño de las Grandes Ligas.
"Se han ido muchos peloteros y tienen que hacer algo, porque se va acabar la pelota'', recalcó Paret. "Cuando sale una figura, de pronto no está en Cuba. Con la pelota no se sabe qué va a pasar''.